En ausencia de su madre, ella es la prostituta de su padre.

Que una hija se convierta en prostituta para su padre es inusual. En relaciones incestuosas como esta, tiene que ser una hija muy servicial que quiera complacer a su padre en todo o una niña enamorada de él. En este caso, se cumple el primer requisito, porque la niña vive en la casa de sus padres y, como no desea independizarse, lo que hace es cubrir a su madre cuando viaja. Recoge las pajitas de su padre, le chupa la polla y le permite follarla en la cama mientras mira televisión, como lo hace en este video que grabaron.