En el concesionario compré carne de cerdo con un cliente.

Una rubia alta y muy linda delgadita vino a pedirme información sobre algunos de los autos que teníamos en la concesionaria y mientras le mostraba uno de los modelos, se inclinó para recoger los vasos que se habían caído al piso y puso mi culo en la pompa, incluso vi sus bragas. la verdad es que me puse tan cachonda que sentí como si se me fuera a salir la polla de los pantalones, no te imaginas cómo este cliente me volvió loco. cuando se dio cuenta, bajó mi bragueta y se metió la polla en la boca.