Mi amiga y yo vamos a tener sexo con una prostituta esta noche, le comemos el coño y le metemos la polla en la boca.
A esta pequeña perra le encanta ser sodomizada, pero sobre todo le encanta cuando le doy de comer mi esperma.
Le di a mi mujer un buen polvo mientras íbamos a nuestra casa en la montaña, pero mi hermano lo grabó todo.